Tuesday, May 23, 2006

Niño de barro

Me pide que invente
una excusa que demore el sueño
historias que pueblen su ombligo
que recorran tu espalda en
busca de castillos y princesas/
un misterio que bucee entre el piyama
y sumerja, en aguas oscuras, los párpados
justo antes de abandonar la noche

abandonarme y no contarte niño
lo que no he vivido
a cambio, atreverme al duelo
con un caballero y sentir
el dolor de otro filo, sin palabras/
a cambio, probar el veneno del engaño
y morir hasta un beso redentor/
a cambio, ser la capa roja que abriga
los curiosos miedos caminando el bosque/
abandonarme en el presagio de un hada
que sabe anestesiar la vida antes del amor/
a cambio ser la princesa en la torre
de un sueño ajeno que la aleja del suelo/

callar el relato, y entrar en tu mundo, niño/
un lodazal asombrado en medio de la vida que pasa/
donde no podré saltear hechos ni falsear lo dicho
y mi boca soplará el barro de tu infancia
para secar héroes que te den la mano
en el abismo, en las alturas, en las erráticas/
fronteras del juego, en el duelo mismo
de ser uno y ser otro
y había una vez un niño con las manos
de tierra y agua jugando en las grietas del día
que pedía por bestias de volar
que reía entre palabras extrañas
como redentor y vuestra majestad
que rogaba con los ojos:
no preguntes por la verdad,
no rías ante lobos vestidos de abuelita,
no rompas el hechizo