Wednesday, August 03, 2005

La Hora del Lobo


La Hora del Lobo
¿Por qué leer literatura infantil?
Resulta difícil pensar en alguna persona que no haya vivido la experiencia de la literatura infantil, ya sea como niño al que le leen o como adulto que cuenta historias. Esta práctica estuvo sujeta a variaciones a través de las épocas, de acuerdo con las concepciones y objetivos diversos que presentó el objeto: literatura infantil.

La marginación que experimentó la literatura infantil –hasta los años `80- estuvo determinada por las lecturas moralizantes o ejemplares que alejaban esos textos de lo –específicamente- literario. En este sentido cumplían un papel muy relevante los cuentos tradicionales tales como “Caperucita roja”, “Cenicienta”, “El patito feo”, “Pinocho”, etc. A partir del trabajo de algunos autores (como M. E. Walsh, L. Devetach, G. Montes) con la palabra poética, y otros recursos propios de la literatura (intertextualidad), es que ese campo restringido a prácticas concretas pasó a vincularse con formas y valores estéticos, donde surgirían nuevas miradas sobre el mundo del receptor.

Porque la literatura infantil ya no es la misma, porque es compleja y ofrece múltiples lecturas a quién se anime, porque es el ámbito del grupo (en el compartir) donde esas lecturas pueden suscitarse, y porque de algún modo –aunque ya adultos- seguimos vinculados a las historias. Por todo esto, creemos en la necesidad de un espacio donde las historias infantiles hagan hablar a los grandes.
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pintura de Reinaldo Pagán Ávila "Alicia en el país de las maravillas"